Una serie de buenos hábitos nos pueden ayudar a mimar nuestra flora bacteriana vaginal: usar ropa interior de algodón y que las prendas en contacto con la vulva no sean excesivamente ajustadas, no usar suavizante para las braguitas. También se recomienda lavarse las manos a menudo, evitar el uso de esponjas o manoplas en la zona y cambiar las toallas regularmente.
Probióticos para reforzar la flora vaginal y proteger la salud íntima:
La microbiota vaginal, está formada por millones de bacterias de distintas especies que ofrecen protección frente a las infecciones vaginales. Los probióticos son microorganismos vivos que, administrados en cantidades suficientes, aportan un beneficio saludable.
Cuando los administramos de forma adecuada, los probióticos se adhieren a la mucosa vaginal y restablecen la flora íntima de forma natural. Así controlamos la población de bacterias de la flora vaginal y evitamos un crecimiento excesivo de los hongos y bacterias que causan las infecciones vaginales.
Las bacterias que están en mayor proporción en la flora vaginal son diversas especies de Lactobacillus. Los lactobacilos necesitan crecer muy rápido y compiten con otros microorganismos potencialmente patógenos. Si se produce un desequilibrio de la flora vaginal, incrementándose los microorganismos potencialmente patógenos, se altera la salud íntima y se favorece el desarrollo de infecciones. Si sientes molestias en tu zona íntima puede ser que tu flora vaginal esté alterada.
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